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Aquella mañana, Antonia, una dulce y pequeña niña Santandereana, recorría los cultivos de su finca. Mientras bailaba y cantaba, es hallada por el señor Conejo “El Agente Zana-Zana-Horia, quien le informa que ha sido elegida para una importante misión: resolver el misterio acerca de quién se ha robado la identidad de Santander. Es así como La pequeña Antonia y el señor Conejo emprenden una aventura por Santander y sus provincias en busca del ladrón de la identidad Santandereana
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